La promesa es tentadora: automatización de carteras, detección temprana de fraudes y personalización de recomendaciones financieras. Sin embargo, este uso generalizado acarrea la necesidad de una adecuada supervisión y ha motivado una reciente advertencia por parte de la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA), que señala que las herramientas de inversión de IA accesibles al público pueden carecer de garantías legales y llevar a pérdidas financieras. Y recuerda que estos sistemas carecen de adecuada supervisión y al inversor le falta además el acceso a un defensor financiero o a mecanismos alternativos de resolución de conflictos. En esta línea, la Comisión Nacional del Mercado de Valores ha incluido en su Plan de Actividades para 2025 un análisis sobre el uso de la IA por parte de las entidades supervisadas.
Artículo originalmente publicado en Expansión.