La sostenibilidad empresarial ha dejado de ser una opción para convertirse en un imperativo estratégico. En Colombia, donde el sector energético y de recursos naturales representa más del 40% de las exportaciones, la adopción de prácticas sostenibles determina la competitividad futura de nuestras empresas a nivel local e internacional.
La sostenibilidad se trata de adoptar una visión integral que abarque la gobernanza corporativa, la gestión ética, la transparencia y la responsabilidad ambiental y social. En línea con lo anterior, el mercado internacional de capitales ha establecido criterios ESG (como filtros de inversión fundamentales. De igual manera, los fondos de pensiones globales ya priorizan los activos con certificaciones sostenibles. Para Colombia, esto significa que las empresas deben evolucionar para no quedar excluidas de las nuevas dinámicas del sector.
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